"El que no posee el don de maravillarse y entusiasmarse, más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados. "....................Albert Einstein
Tenemos varias opciones, sobre todo en los momentos bajos: quedarnos atrapados hasta que otro acontecimiento inesperado nos abra la puerta. Perdernos en la autocompasión y observar en la bruma todas las barreras bien dispuestas para no movernos o reposar.
¿Qué significa ese reposo?: Es ir a otro estado de la conciencia para que las piezas que se han deteriorado o han quedado marcadas, vuelvan a reponerse. Eso nos conduce al pensamiento y a la actividad constructivos.
Ese estado de reposo, ese intervalo, lo logramos durmiendo. Por eso, ante cualquier estímulo fuerte que desató un mecanismo deficiente, deberíamos dormir. Buscar la forma de que la conciencia se arrope en el subconsciente. Ahí, precisamente ahí, es donde vamos a hallar las respuestas, acciones, actitudes y conocimientos idóneos para la reconstrucción.
Una vez efectuado el proceso, volver a empezar con el mayor entusiasmo y la fuerza que nos queda, la que se ha ido reponiendo con el descanso oportuno, ya que ésta siempre se realimenta porque la energía no desaparece.
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