(Basado en un estudio sobre el cáncer y las mujeres en la menopausia. Pero en este apartado sale a la luz el comportamiento aparente del cáncer en todas sus manifestaciones.)
“En estos últimos años y gracias a las investigaciones de los biólogos moleculares, hemos aprendido mucho sobre la génesis del cáncer. Casi se puede decir que hoy día sabemos porqué se produce el cáncer y si todavía no lo podemos curar es porque aún no disponemos de los instrumentos para ello. Pero es casi seguro que en los próximos 15 años se desarrollen las técnicas adecuadas para curar el cáncer sin necesidad de tener que recurrir a la cirugía.
En efecto, en los últimos años se han realizado una serie de descubrimientos fundamentales. El primero de ellos es que todos los cánceres se originan por la misma causa. Luego evolucionan de distinta manera, con síntomas y aspecto histológico muy variado y diferente. En efecto el primer acontecimiento que tiene lugar en el cáncer es la desaparición de la apoptosis, la muerte celular programa. Las células del organismo se "suicidan" de forma natural: las células recorren un ciclo, naciendo y pasando por una fase de juventud, una etapa de madurez, una época de vejez y mueren. Todas las células del organismo tienen un plazo de vida fijo, para algunas más largo que para otras, de manera que regularmente, van siendo remplazadas en los órganos y tejidos. El cáncer es simplemente "la desaparición de la apoptosis", haciéndose las células inmortales, rompiendo las barreras y convirtiéndose en un agente invasor que no sigue las reglas reguladoras del organismo.
En efecto, el ciclo celular esta regulado por un sistema hormonal o mejor dicho de citoquinas independiente. Hoy día el concepto de hormona ha cambiado mucho: hasta hace poco años, una hormona era un mensajero que era producido en una glándula específica, que se vertía en la sangre, y que llegaba a un tejido en donde ejercía su efecto. Es decir, se trataba de un mensajero a distancia como las hormonas tiroidea, ováricas, etc que ejercen su efecto lejos de donde son producidas por existir allí unas células receptoras o células diana. Hoy día, sin embargo, se admite la posibilidad de que haya hormonas que nazcan en una célula y se difundan sólo hasta las células vecinas e incluso que una hormona nazca y ejerza su efecto en la misma célula. De esta manera, junto al fenómeno de endocrinia clásico, se admiten hoy la paracrinia (mensajero que afecta a las células vecinas) u autocrinia (mensajero que no sale de la célula). Al concebirse el sistema endocrino como la suma de endocrinia, paracrinia y autocrinia, se ha comprobado que las hormonas eran los clásicos mensajeros de la endocrinia, pero que la paracrinia y la autocrinia disponían de sus propios mensajeros. Cuando estos son proteínas se les llama citoquinas y cuando no lo son (y entonces son generalmente lípidos) se les llama autacoides. De esta manera sustancias como las prostaglandinas hoy día son consideradas como hormonas, al igual que las interleukinas y los factores de crecimiento.
Por lo tanto, el ciclo celular está regulado en sus tres fases G1, G2 y G3 por un conjunto de hormonas en su sentido más amplio.
• En la etapa G1, los estrógenos provocan división de la célula a través de dos proteínas, CF5 y CDK y de la ciclina D.
• La ciclina E y la ciclina A, a través del CDK y del TGF (factor de crecimiento transformador) actúa imprimiendo la madurez a la célula.
• Por último, la ciclina BA que impulsa la formación de la senilidad. En esta fase, hay un grupo de proteínas (p53, BRCA, Hrb2-neu, c-myc y otras) que son inhibidores que frenan las ciclinas y son las responsables de la estabilidad de la célula y la programación de la apoptosis.
Por tanto, de este grupo de proteínas y sustancias que han cobrado una gran importancia en los últimos dos o tres años, hay unas cuantas (estrógenos, la GF5, CDK, TGF, etc) estimulan la división celular y el cáncer y otras como las p53, BRCA, etc., la inhiben y por lo tanto impiden el cáncer. Las primeras se llaman oncogenes y las segundas antioncogenes.
Cuando se rompe el equilibrio por exceso de oncogenes o por falta de los antioncogenes y no se verifica la apoptosis, la célula se sigue dividiendo y origina el cáncer. Este fenómeno es general y es independiente de que el cáncer sea de tiroides, esófago o mama.
En 1996 Weinberg ha descrito todas las proteínas para los factores de crecimiento y sus receptores conocidas hasta la fecha y sus implicaciones:
• El PDFG está implicado en el desarrollo del glioma El EGF está implicado en el glioblastoma El ERB2 está implicada en el cáncer de ovario y de mama El ERT estimula el receptor al factor insilínico del crecimiento está implicado en el cancer del tiroides. Genes que liberan las señalas estimuladoras o sea que son cancerígenos: el k-ras implicado en el cancer de ovario y en el cáncer no poliposo de colon (hay un síndrome muy conocido que es la combinación de cáncer no poliposo de colon y de ovario que tiene carácter hereditario)
• el m-ras es generador de leucemiaEntre los factores transcripción - factores anticancerosos - tenemos la serie myc que interviene en cáncer de mama, neuroblastoma y cáncer de pulmón.
El gen Rb, que encoda una proteína, Rb es el principal agente de freno celular y es inhibidor del carcinoma de mama; el p53 que encoda la proteína p53 es el más potente acelerador de la apoptosis está implicado en el carcinoma de ovario y de mama; el VT-1 está implicado en el tumor renal de Wilkins. Finalmente, todavía hay algunos factores, cuya posición cromosómica todavía se desconoce como el BRCA-1 y BRCA-2 generan cáncer mamario masculino y femenino y cáncer mamario femenino, respectivamente.
Hoy día, todos estos genes se pueden analizar amplificándoles previamente mediante la reacción de la polimerasa en cadena (PCR). El único inconveniente es que la determinación de laboratorio es muy costosa (alrededor de $ 5.000 US) aunque es de esperar que se ideen métodos y kits que permitan abaratarlos. De esta forma, analizando todos estos factores en una persona determinada podremos conocer que factores están o no sobreexpresados y por lo tanto saber a qué tipo de cáncer está amenazada. Aunque en principio esto puede parecer innecesario puesto que no podemos curar el cáncer, si la orientación predictica de la PCR demuestra, por ejemplo, que hay un defecto de p53, entonces podemos extirpar los ovarios evitando de esta manera el cáncer, aunque ello produzca algún trastorno.”
Fuente JKB
Regalo de Cherokee